21.6.09

Marilyn, la derrota del olvido...


Tan viva estás, mi Marilyn...

Tan viva como la emoción misma. Porque eso es lo que fuiste y lo que aún sos. A pesar del tiempo y de la muerte. La arrogante e insensible muerte que sólo sabe sembrar ausencias.
Pero hay veces que la muerte no consigue sino lo contrario, porque Marilyn sigue tan presente y vital como cuando el mundo entero la miraba y admiraba en cada aparición en televisión o en la pantalla de los cines, o cuando mostraba todo el encanto congelado en un brevísimo instante fotográfico... Hay ocasiones en que la muerte debe admitir su derrota.

Esta es una de esas ocasiones.

Marilyn es tan especial y única que sigue rondándonos los corazones a muchos años de distancia, a tan pocos segundos de su mirada.

No interesa la generación a la que pertenezcamos, ni el sexo ni las creencias. No importa nada para belleza. Y no me refiero sólo a su innegable y contundente belleza física... sino a algo mucho más importante, duradero y fecundo: a su belleza esencial, que se manifiesta (al menos a mí se me manifiesta así...) con sólo verla, con sólo escucharla. Se nos presenta y nos dá un puñetazo en el pecho, porque conmueve y enternece... Así es, enternece.

Cuando estuve viendo el video con la entrevista que le hizo Edward R. Murrow en el año 1955, me sorprendía a mí mismo sonriendo o sintiendo cómo latía mi corazón, fuerte y suave a la vez. Escuchando su voz y viendo sus expresiones cargadas de una gran dulzura y hasta timidez. Aún sin poder entender la mayor parte de lo que decía. No importaba eso, no importaba entender con la mente. Sólo tenía y tiene valor entender con el corazón.
Seguramente que si hoy viera a alguna mujer haciendo lo que ella hacía en esa entrevista, hablando como Marilyn lo hizo, sonriendo como ella o hasta tartamudeando levemente como se puede ver allí... jamás lograría conmoverme como Marilyn antes de ayer. Jamás...

Mi forma de amar a Marilyn nada tiene que ver con lo sexual. Todo es puro sentimiento, cariño, ternura. Sobre todo esto último: ternura.
Es su calidez la que me atrapa, la que me atrapó desde que la conocí... y la conocí seguramente al momento de su muerte. Digo "seguramente" porque en esa época yo tenía tan sólo 9 años de edad y hoy no recuerdo si ya sabía de ella con anterioridad... Y si bien siempre la vi hermosísima, nunca tuve ese condicionante para los sentimientos que puede llegar a ser la belleza física (o la falta de ella...) para sentirla inseparablemente mía... Irremediablemente viva.

Y ya me ves, mi dulce Marilyn... Aquí estoy merodeando tu sonrisa. Para reafirmar que poco vale lo concreto, lo tangible, lo entendible...
Para regodearme en el puro sentimiento y en la luz de la ternura que dejaste caer como por descuido, como migas en mi camino...

4 comentarios:

Yo dijo...

claro que esta viva, en este momento, miles de adolescentes se masturban pensando en ella ¿hay algo mas parecido a la eternidad?

Guely of Sweden dijo...

No creo en el comentario anterior (aunque quíen sabe como sabe alguna gente algunas cosas)y confieso mi ceguera al no poder ver la relación entre eternidad y lo otro.
Lo que si es cierto es que Marilyn inspira ternura y uno como que quisiera poder haber estado a su lado para salvarla no?

MM dijo...

Te confieso lo mismo, Guely of Sweden...
Siempre contesto todos los mensajes que me dejan (aquí o en otros sitios que tengo), pero éste anterior preferí dejarlo así. Cada cual tiene derecho a pensar y sentir a su modo...

Creo que seríamos multitudes los que quisiéramos haber podido tener la oportunidad de hacer algo por ella, sin dudas... Pero como lamentablemente suele ocurrir, "unos pocos pueden más que unos cuantos" Lo importante es que esos "cuantos, no lo olviden fácilmente". Y a Marilyn no se la olvidará.

Un abrazo y muchas gracias por tu visita y tus comentarios!!

Anónimo dijo...

A Marilyn nunca la voy a olvidar, es, sencillamente, la mujer mas espectacular que dio la humanidad.

Publicar un comentario